Rim
Lo que el salvaje, que con torpe mano hace de un tronco a su capricho un dios y luego ante su obra se arrodilla, eso hicimos tú y yo. Dimos formas reales a un fantasma, de la mente ridícula invención, y hecho el ídolo ya, sacrificamos en su altar nuestro amor. -- 0 0 0 -- Alguna vez la encuentro por el mundo y pasa junto a mí, y pasa sonriéndose y yo digo: ¿cómo puede reír? Luego asoma a mi labio otra sonrisa, máscara del dolor, y entonces pienso: —Acaso ella se ríe como me río yo. -- 0 0 0 -- ¿Cómo vive esa rosa que has prendido junto a tu corazón? Nunca hasta ahora contemplé en el mundo junto al volcán la flor. -- 0 0 0 -- ¡Los suspiros son aire y van al aire! ¡Las lágrimas son agua y van al mar! Dime, mujer: cuando el amor se olvida ¿sabes tú a dónde va? Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)